sábado, 12 de septiembre de 2020

Un Pueblo Fantasma

Hace unos días recorría la ciudad después de realizar una visita a un familiar que necesitaba insumos médicos, claro todo dentro de las normas de bioseguridad y distanciamiento social, pero a pesar de esto viajamos hasta el otro lado de la ciudad, aprovechando la semana de flexibilización de la cuarentena y del hecho de tener suficiente combustible,  ya que este viaje implicaba cruzar parte del Este de la ciudad. 

Poco después de culminar esta corta visita a este familiar,  que a decir verdad teníamos mi familia y yo más de 5 meses sin ver en persona por el problema de la cuarentena,  decidimos recorrer la ciudad de vuelta a casa utilizando la avenida Francisco de Miranda. Fue muy impactante ver cómo a pesar de que era la semana de la flexibilización,  la mayoría de los comercios estaban cerrados, muchos mostraban serios signos de deterioro,  como cuando abandonan un lugar o peor aún sitios que siempre fueron icónicos y ya no existen, todo esto porque no pueden mantener su nómina y se ven en la necesidad de cerrar de forma definitiva, causando además de la pérdida de ese lugar, pérdida de empleos para muchas personas,  que si bien el salario no alcanza para mucho por la inflación desmesurada, tener un ingreso así sea pequeño es muy importante.

Luego de transitar gran parte de la ciudad no te otra cosa que también preocupa y mucho, en un recorrido que abarca varios kilómetros por la  avenida antes mencionada solo pude ver 7 oficiales de policía,  y eso es grave que en dos municipios solo pude ver 2 en la entrada de el Municipio Chacao en la 4ta avenida de los Palos Grandes,  y los demás cuando llegué frente al Farmatodo de Chacao Junto al edificio Inavi, ¿quien puede sentirse seguro así?, cuando antes no se podía CAMINAR sin ver un oficial de policía de alguno de estos dos municipios que recorre esta importante arteria vial.

Chacao que siempre fue un oasis de ejemplo para el resto del país también es víctima de la desidia, la indiferencia y la inflación que ha convertido lo que una vez llamaron "Irenelandia" en algo que mi profesor de geografía económica solía llamar "El recuerdo triste de un pasado alegre".

Por muchos años serví en él que para mi fue y sera siempre la mejor policía de Venezuela, el cuerpo uniformado que mostró que si se puede ser honesto, correcto, trabajador y servir a la comunidad sin más recompensa que una labor bien realizada, me refiero a la "Policía de Circulación de Chacao", "La Solución", "los Honguitos" como nos llamaron en su momento, pero logramos demostrar que cuando se quiere se puede.

Por eso al pasar por las calle de este municipio que fue mi hogar por muchos años y verlo así me siento tan triste y melancólico que estoy entre rabia y decepción. Otro aspecto que vuelvo a ver después de mucho tiempo, es las colas para adquirir gasolina, que en un país petrolero suena absurdo, más cuando la mayor reserva del mundo del llamado "oro negro" esta en nuestro país, tenemos también la tercera refinería más grande del mundo pero no funciona desde hace mucho tiempo,es decir el país que fundó la OPEP ahora debe importar gasolina porque no puede ni siquiera cubrir su propio consumo; En mi país hay una población ENORME  pasando hambre y como se explica eso.

En mi recorrido pasé por la urbanización " las Mercedes" otrora una bella urbanización residencial y que a partir de la década de los 90´s se fue convirtiendo en área comercial y en el centro de la vida  nocturna de la Capital, ahora solo queda una sombra de lo que en su momento fue aquello, tanto así que lo único parecido a ese pasado brillante de esta hermosa área de Caracas son el nuevo negocio... "Los Bodegones" sitios para adquirir todo tipo de insumos importados, este tipo de negocios ahora proliferan de forma acelerada en esta zona del Este de Caracas, que por supuesto es de mayor poder adquisitivo.

Pero a pesar del floreciente negocio de los bodegones, se repite la misma historia de abandono y cierre que hace alusión al título de este artículo, y solo hablamos de un pequeña parte de la Capital o aún peor,  una ínfima parte de un bello país al que sólo le quedan los recuerdo de una época de progreso y un deseo de renacer que palpita en el corazón, las esperanzas de un pueblo que desea que esa prosperidad vuelva.

Yo tambien lo deseo...